En 2021, en ISOSTATIKA diseñamos numerosas estructuras. Realizamos aquí una cuantificación y análisis de las emisiones de CO2 que nuestros diseños provocan. Como decíamos en el post de 2020, es importante recordar que:
En la Unión Europea la construcción de edificios y la obra civil consumen un 40% de los materiales, un 40% de la energía primaria y generan el 40% del total de residuos. Dentro de la edificación, se estima que la construcción de estructuras supone entre el 40% y el 60% de dicha huella, según el tipo de inmueble.
En ISOSTATIKA diseñamos y calculamos estructuras para muchos estudios de arquitectura y promotores, y somos conscientes de la responsabilidad que ello supone. Por esto queremos intentar reducir la huella que nuestras estructuras generan y cuantificamos las emisiones de carbono derivadas de las estructuras que diseñamos.*
* El concepto de emisiones de CO2 tomó relevancia ya en Kioto (1997) como factor de mayor relevancia como agente causante del cambio climático.
Aplicamos un método simplificado, en el que sólo tenemos en cuenta las emisiones de CO2 que generan los materiales hasta que son colocados en obra. Aunque cualquier estructura de madera sería capaz de absorber carbono después de puesta en obra, y eso es tan favorable que incluso podría contrarrestar íntegramente su huella inicial, para este análisis no lo tendremos en cuenta. Nos centramos en optimizar lo que está en nuestra mano, que es realizar un diseño de estructuras que permita una construcción lo más sostenible posible.
RESUMEN ANUAL 2021
Entendiendo la huella como la ocupación directa del territorio por cimentación, forjados sanitarios y/o soleras en planta inferior, he aquí nuestros resultados del año 2021:
El primer dato objetivo es claro: en lugar de haber sido capaces de reducir las emisiones de CO2 por metro cuadrado construido respecto a 2020, las hemos incrementado en un 12,4%.
TIPOLOGIA MÁS REPRESENTATIVA: VIVIENDA PLURIFAMILIAR
Analizando el resto de cifras, resulta que las obras que hemos diseñado presentan una huella media ligeramente superior a la de 2020 (+ 37,9 % respecto a 2020) y una superficie media de forjados mucho mayor por proyecto (más del doble, + 115,6 % respecto a 2020). El motivo radica en haber realizado un número mayor de estructuras para tipologías de vivienda plurifamiliar.
Este cambio en cuanto al proyecto tipológico “estándar” de 2021 va a afectar al porcentaje de superficie edificada en cada tipo de material. Los totales, desglosados por elementos estructurales resultan:
(1) no se repercute las emisiones provocadas por las soleras
(2) incluso micropilotes
(3) repercutido según la superficie de la huella del edificio
TERRENOS, CIMENTACIONES Y REPERCUSIÓN EN EL CONJUNTO
Aunque hemos variado ligeramente los criterios de medición respecto al año pasado (ahora introducimos la repercusión de los micropilotes junto con los encepados) el incremento viene de haber tenido que utilizar un mayor porcentaje de losas de cimentación. Es decir, al tener que trabajar en terrenos peores de lo habitual y para tipologías de mayor peso, esto ha repercutido en un alza muy pronunciada de las emisiones de CO2/m2 en cimentación.
Por otro lado, sí que hemos conseguido mantener o incluso reducir la repercusión en emisiones en los forjados de hormigón pese al cambio tipológico.
La repercusión de las emisiones de CO2 en forjados de acera es alta, aunque es poco representativa, debido a que han sido muy escasos y en una tipología muy poco amigable (edificio muy esbelto y de gran altura).
Por último, las cubiertas de madera se han visto influidas por un proyecto de cubrición de una plaza pública (grandes luces), a diferencia del año pasado, en el que las cubiertas de madera estaban únicamente vinculados a usos de vivienda. En realidad, prácticamente la mitad de las emisiones de CO2 esta cubrición concreta derivan de los herrajes de acero y sus triangulaciones. En cualquier caso, la madera es de largo el sistema constructivo de menor impacto.
Todo lo desarrollado se puede entender, intuitivamente en el siguiente gráfico resumen:
Esperamos que a lo largo de 2022 podamos seguir optimizando las estructuras sobre las que trabajamos, tengamos mejores o peores terrenos sobre los que apoyarnos. Lo veremos en el próximo resumen.